Aísla y protege frente a irritaciones y agresiones de origen profesional o doméstico.
La piel sufre constantes agresiones, tanto en casa como en el trabajo. El reiterado lavado de las manos y la manipulación de productos químicos o detergentes pueden fragilizar la piel. Las pieles secas con tendencia al eczema atópico son aún más sensibles a estas irritaciones y a las sensaciones de incomodidad, que pueden acabar siendo molestas a diario. Las personas que ejercen ciertas profesiones, como los cuidadores, los peluqueros y el personal doméstico, son las más afectadas, así como otros profesionales del sector de la construcción y la metalurgia.
Por eso, es esencial proteger las manos contra estos agentes externos, que a veces son muy difíciles de evitar.